Etérnamente jóven, etérnamente sexy.
Así de claro, así de simple. El pimiento no engaña.
Seguramente pienses que unos pican y otros no, pues no, los nuestros simplemente no pican. Pruébalos como tapa y fliparás.
Frito o en ensalada el pimiento italiano nunca te defraudará.
El placer está en el picor. Sofrito o crudo, siempre está a la altura.
El alucinógeno color rojo intenso deja unas escalibadas y unos sofritos y ensaladas alucinantes.